La porcelana fría es un material de modelado de secado al aire no comestible. Hay disponible una gran variedad de recetas diferentes y la calidad de la pasta terminada puede variar mucho según el tipo de pegamento utilizado o la humedad empleada en el proceso. La porcelana fría es bastante suave y se asemeja a la pasta de azúcar y al fondant en sus características de trabajo y en su aspecto.
La mezcla de porcelana fría se prepara calentando los ingredientes en un microondas o en una estufa hasta que alcance la consistencia de un puré de patatas espeso y se pueda juntar fácilmente en una bola (ten especial cuidado con el microondas y la mezcla y usa siempre utensilios adecuados para dicho proceso, no los que uses para comer). Una vez que tengamos la masa dejaremos enfriar (envuelta cuidadosamente y dejando en una zona fresca, que no nevera, entre media y una hora y hasta un día antes de usarla) y tras esto podremos amasar y estirar hasta formar una pasta elástica suave.
La pasta de porcelana fría se puede mezclar con determinados conservantes para tratar de extender su vida útil y asegurarnos de que no se enmohezca, pero si vamos a dar este paso es mejor que nos aseguremos de poner conservantes naturales para que el resultado no resulte peligroso. Por ejemplo, jugo de limón, hammamelis o aceite de clavo. La pasta generalmente durará una 1 semana, arriba o abajo, sin conservantes y a temperaturas normales en casa, siempre y cuando esté bien envuelta la masa.
Cuando se seca, la porcelana fría es un material semitransparente, por lo que siempre se debe agregar pintura acrílica blanca si queremos que sea más opaca. También podemos colorearla, por ejemplo, con colorantes alimenticios en pasta o en polvo, pinturas de acuarela, pinturas acrílicas, pigmentos de pintura en polvo, polvo de tiza…etc. El uso de pinturas al óleo como tinte es posible también, pero no es aconsejable para manipular sin guantes.
Cómo hacer adornos de porcelana fría
Utilizar porcelana fría si uno no tiene mucha experiencia es muy simple, por lo que realizar manualidades con este material está al alcance de todo el mundo.
Materiales que necesitarás
- Porcelana fría.
- Colorantes alimenticios o pinturas.
- Pegamento de cola, normal y con purpurina.
- Moldes para cortar figuras con diferentes formas.
- Si no tenemos la pasta, necesitaremos para hacerla maicena o harina de maíz (unos 100 gramos), cola blanca (100 gramos), una cucharada sopera de aceite para la piel del bebé, otra cucharada de crema de manos, tres cucharadas de suavizante para ropa, otra cucharada de vinagre blanco o zumo de limón, y una última cucharada de glicerina líquida o vaselina. También necesitaremos un recipiente adecuado para mezclar y una espátula.
Pasos a seguir
- En primer lugar, mezcla el aceite, la crema, el suavizante, el vinagre o zumo de limón y la glicerina o vaselina y crea una mezcla lo más homogénea posible. Ten en cuenta que el vinagre o el limón son los conservantes, por lo que elige el que más te guste o guíate por su olor para decidirte.
- A continuación añade la cola y mezcla hasta que no quede ni una sola burbuja. Después añade la maicena o harina de maíz y manipula la masa y estírala sobre una mesa o superficie plana (para que no se pegue a la mesa puedes espolvorear un poco de maicena adicional). Debe quedar una mezcla bien consistente, parecida a un puré muy espeso o plastilina. Una vez la tengas haz una bola y déjala en un recipiente bien tapado a temperatura ambiente de media a una hora, si no quieres calentar. Si la masa sigue muy blanda deberás dejarla más rato reposando, y si sucede lo contrario, podrás solucionarlo añadiendo otro poco de glicerina y volviendo a amasar.
- Ahora llega la hora de modelar. Corta la masa con moldes o modela a tu imaginación para hacer formas diversas, bonitas y divertidas.
- Una vez que tengas hechas las formas, decora con colorante o pinturas y purpurinas y deja secar.
Prueba a hacer ratoncitos, estrellas, hojas, gatitos, nubes… ¡Tu imaginación es el límite!