Papá Noel, también conocido como Santa Claus, se ha ido convirtiendo con el tiempo en uno de los rostros humanos de la Navidad más famosos del mundo. Seguramente habrás visto muchas veces representaciones de ese tierno y adorable anciano con larga barba blanca, abrigo rojo y una gran bolsa de juguetes para todos los niños. Según la tradición anglosajona, Papá Noel trae regalos a los niños la noche de Nochebuena, en víspera del día de Navidad. Papá Noel habita en el Polo Norte y se desplaza volando por el cielo en un trineo conducido por renos, de los cuales el más conocido sin duda es Rudolf.
Papá Noel trabaja muy duro junto a sus elfos para poder fabricar todos los juguetes y asegurar los deseos de los más pequeños (y también de los mayores) en la madrugada que da paso a la Navidad, y puede colocar dichos regalos bajo el árbol, en calcetines, junto a las camas…Del mismo modo, suele entrar en las casas a través de la chimenea, o por la ventana o la puerta de forma muy sigilosa en aquellos hogares que no disponen de una gran chimenea para deslizarse por ella. Papá Noel representa, casi como ninguna otra figura, la ilusión de los niños y la magia que desprende la Navidad en aquellas personas con alegría y sueños por cumplir, y todo eso es lo que contiene en su gran saco.
La historia de San Nicolás y los regalos
La leyendas de todo el mundo nos hablan desde hace siglos de la figura de Papá Noel, pero no siempre se le ha llamado así, ya que esto cambia según los países. Por ejemplo, en muchos sitios se le denomina San Nicolás, y es porque se relaciona a Papá Noel con un líder cristiano de Myra (situada en la Turquía moderna) del siglo IV d. C., que era una persona con bastante timidez y buena de corazón, que a menudo procuraba dar dinero a la gente sin recursos y sin que ellos lo supieran. Se dice que un día San Nicolás de Myra subió hasta el techo de una casa y se dejó caer una bolsa que contenía dinero por la chimenea, con tan buena o mala suerte que aterrizó en el calcetín que una niña había puesto a secar junto al fuego. Esto podría explicar esa relación entre Papá Noel y el hecho de que baje por la chimenea y coloque los regalos bajo el árbol y en los calcetines de los niños.
Otras tradiciones antiguas de regalos de Navidad
En los países de habla inglesa, el día siguiente al día de Navidad se llama ‘Boxing Day’. Esta palabra proviene de la costumbre que comenzó en la Edad Media, hace unos 800 años, en cual las iglesias abrían su caja de limosnas (caja en la que la gente ponía cantidades de dinero o donativos) y distribuían el contenido entre las personas pobres del vecindario el día siguiente de Navidad. Dicha tradición es muy similar a la conocida como “aguinaldo” que hay en muchos países, especialmente latinos, en la que a menudo se daba algo de dinero a aquellos niños que iban por las casas cantando villancicos los días de las fiestas y que hoy se encuentra ya algo perdida.
El verdadero sentido y regalo de la Navidad
Hoy en occidente no mucha gente considera el significado religioso de la Navidad, aunque la celebren, y parece haberse convertido más en una carrera llena de estrés por buscar los mejores regalos para los seres queridos o para darse un buen atracón en las cenas que otra cosa. Sin embargo, es importante tener en cuenta otros aspectos muy importantes de estas fechas que no sean materiales, y buscar esa magia que la Navidad brinda especialmente a los más pequeños, al margen de la religión.
Estamos seguros de que detrás de toda la diversión y las decoraciones, de alguna manera debe haber un mensaje, algo más profundo…alguna clave para la vida, la esperanza y la felicidad. Y es que estas fechas son esa especie de fin de ciclo que nos permite reflexionar sobre todo aquello que nos ha pasado y sobre todo lo demás que creemos que vendrá o deseamos que venga, y seguro que no solo serán regalos.