El ser humano es complejo, siempre está tras la búsqueda de algo que nunca sabe qué es y que siempre considera como la felicidad. Pero la felicidad es una decisión, tú decides ser feliz o infeliz para toda la vida. Mira a tu lado, tienes todo para ser feliz y sé que lo tienes porque estás vivo, o de lo contrario no estarías leyendo estas palabras. Aprende a valorar más a tu familia, agradece todo lo material que tienes, contempla los detalles e incluso mira cada desgracia de tu vida como una oportunidad de dar más.
- Una sonrisa rompe cualquier hielo.
Reírse de nuestros errores es más sabio que culparse por ellos, baja la tensión y crea un clima más a gusto y justo contigo. La mejor manera de solucionar nuestros errores es ponerles una buena sonrisa.
- Disfruta la cocina con tu pareja.
No es necesario que sea un día especial, ni tampoco que sepas cocinar como todo un chef. Es un detalle en el que lo más importante es compartir una actividad en pareja y, sobre todo, es una buena idea si a alguno de los dos le encanta cocinar.
- Échale un vistazo a las viejas fotografías de vez en cuando.
Llevar la mente al pasado y llenarla de recuerdos gratos siempre es una sensación muy gratificante. Es una manera de ver cómo el tiempo ha pasado. Muéstrales las fotos a tus hijos de cuando eras más joven y ríete por ejemplo de la moda, que siempre nos deja muy mal parados cuando pasa el tiempo.
- Un buen café con galletas durante un trabajo largo.
Un detalle hermoso para valorar y para dar es llevarle un café con galletas a esa persona especial con la que vivimos, y sobre todo en momentos importantes de trabajo en los que hay que echar muchas horas. Un café no solo es un escape necesario para continuar con más energía, sino también un gesto que cambia el ánimo y nos da más motivación.
- Recordar las fechas importantes con un gesto simple.
Recordar las fechas importantes como los cumpleaños, los aniversarios, el día de la graduación o cuando nos dieron la noticia de ese embarazo, son momentos claves para decirle al otro que es importante en nuestra vida. Hacer un pastel, escribir una nota y dejarla en la nevera, preparar el desayuno, o simplemente un beso, son pequeños detalles que fortalecen a cualquier persona.
- Invitar al otro a comerse un helado.
Salir a comerse un helado, ir al cine o asomarse por una terraza para contemplar el paisaje, son gestos que enamoran, que endulzan y que crean un ambiente romántico en el que la luna puede ser más grande y las estrellas más brillantes.
Y es que el verdadero amor es darse cuenta de que nos tocó tener la familia más maravillosa, de que la vida marcha bien, a pesar de todo, y de que nosotros estamos a la altura de ella todos los días. Búscalo siempre en las cosas más sencillas para poder encontrar la felicidad.