“Dime de qué presumes y te diré de qué careces” es un refrán popular que hace referencia a la necesidad que tienen algunas personas de remarcar una cualidad con la que según ellas cuentan, pero de la que en el fondo se carece.

La ausencia de esa cualidad, situación o sentimiento, puede ser algo que en el fondo se desea tener pero no se tiene y es necesario ocultarlo por conveniencia social, por educación, por creencias programadas en el seno familiar. Esa represión puede ser consciente o inconsciente y es una forma de autocastigo o una manera distorsionada de encontrar motivación.

Las redes sociales han hecho más evidente esta situación, teniendo un efecto perjudicial en quien lo practica. Veamos cómo podría estar afectándote a ti también…

 

El uso de las redes sociales para presumir

La principal razón por la que puedes estar utilizando las redes sociales con obsesión sin comprender por qué lo haces, es para lograr auto motivarte. Las redes sociales como Facebook o Instagram, son las principales redes que se utilizan para dejar claro lo feliz que se es, las cualidades que se tienen, los cambios positivos que se hacen en la vida… Pero, ¿esto es real? Puede que lo sea, o que más bien se trate de un mecanismo de defensa para motivarse ante la frustración de anhelos no cumplidos, una forma de protegerse a uno mismo de los sentimientos de tristeza, de soledad y de baja autoestima. La felicidad se vive, no es necesario publicarla a cada instante para que los demás lo sepan.

Claro, no tiene nada de malo publicar de vez en cuando una foto o un mensaje de felicidad por algún logro, pero realmente comienza a ser preocupante cuando las frases son exageradas, cuando la publicación es constante o cuando se escribe de manera enfática sobre la perfección de nuestras vidas. Utiliza ese tiempo en ayudarte de verdad y en mejorar tus relaciones sociales en vivo y en directo.

 

El anhelo de ser quien no eres

En otras ocasiones se es consciente de que se tiene un deseo reprimido, un anhelo por ser quien no se es, y somos conscientes de ello pero necesitamos crear un escenario o una fantasía de lo que no somos y creemos que debemos ser. Es algo parecido a los que hace la publicidad barata, promocionar expertos que no lo son, es la forma de crear publicidad falsa de nosotros mismos. Las redes favoritas para estos casos son Facebook y Twitter.

Presumir en internet de que apoyamos una causa justa y noble, cuando realmente es mentira; compartir imágenes religiosas o frases de amor cuando nuestro comportamiento es contrario en casa; compartir noticias de personas a las que les va mal en alguna situación, cuando lo que sentimos es complacencia… son todos ejemplos de presumir de lo que no somos muy típicos de las redes y es una especie de hipocresía con la sociedad, de máscara y de falsedad hacia los otros.

Deja de fantasear por lo que no tienes, anímate a aceptar tu situación y ponte en marcha para ir tras lo que de verdad quieres.

¡Verás que cuando se es feliz o cuando se está ocupado resolviendo la búsqueda de la felicidad real, no se tiene tiempo de presumir!