Un estudio reciente ha encontrado que los padres que colaboran en casa con las tareas domésticas son más propensos a tener hijas, o tienen más probabilidades de criarlas, con mayores aspiraciones en torno a su futuro profesional y carreras, y mayores probabilidades también de alcanzar el éxito.

El estudio muestra que las actitudes y aspiraciones de género de los niños están relacionadas con la forma en que los padres comparten los trabajos domésticos. Si bien la madre de la familia desempeña un papel importante en la enseñanza de la igualdad de género con sus hijos, es la actitud del padre hacia las tareas domésticas lo que forma notablemente las creencias de las hijas. En el estudio, los padres que participaban regularmente en tareas domésticas, con más frecuencia tenían hijas que se esforzaban por carreras menos tradicionales y mejor remuneradas. Esto quiere decir que dichos padres incrementan las aspiraciones profesionales de sus hijas, pues les hacen ver que el hogar no es una barrera, sino un espacio para compartir y colaborar entre todos los miembros de una familia.

 

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Incluso cuando los padres apoyaban y enseñaban a sus hijas sobre la igualdad de género, no tenía el mismo efecto que el participar activamente en las responsabilidades del hogar. Las hijas que experimentaron una división laboral tradicional en el hogar observando cómo era la madre la que se encargaba en mayor o en único grado de las tareas de la casa, tenían más probabilidades de imaginarse en trabajos tradicionalmente dominados por la mujer, como enfermera o bibliotecaria, o incluso de imaginarse como amas de casa. Por el contrario, cuando las tareas eran compartidas por padre y madre por igual y nunca establecidas como un sustituto del mundo laboral, niños y niñas crecían con mayores objetivos y con una conciencia mucho mayor de la importancia de la igualdad de género.

Esto en el caso de las niñas es todavía más importante, pues ese igualitario hogar crea un efecto positivo en las aspiraciones de las mismas y aleja la mentalidad del tradicional rol que asignaba las tareas del hogar con una determinada edad y género, y en concreto con el femenino en su etapa juvenil y adulta.

 

Snezhana Soosh: padres por la igualdad de género

Este descubrimiento toca la cuestión social de la igualdad de género y la igualdad en el lugar de trabajo. La autora del estudio Alyssa Croft, psicóloga del departamento de psicología de la universidad de Columbia británica, dirigió el estudio y destacó la importancia de sus hallazgos con las siguientes palabras: “este estudio es importante porque sugiere que lograr la igualdad de género en el hogar puede ser la única forma de inspirar a las mujeres jóvenes para que se fijen en las carreras de las que tradicionalmente han sido excluidas”.

Y lo cierto es que cuando lo piensas tiene mucho sentido. Si las jóvenes crecen viendo a mamá hacer la limpieza y nunca a papá, aprenderán que este es un trabajo orientado a las mujeres. Si crecen viendo a ambos padres esforzarse, sus creencias sobre lo que pueden lograr serán mucho más positivas.

Las ilustraciones de Snezhana Soosh, magnífica ilustradora ucraniana, son un ejemplo fascinante del ejercicio de este tipo de paternidad, llena de entrega, de amor y de cosas buenas que enseñar. Este tipo de padres saben muy bien que las metas de sus hijas son lo más importante, pues son la base de un mundo mucho mejor, más igualitario y bonito.

¡Os dejamos con ellas!

 

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Niñas y niños tienen que crecer por igual acompañados de sus padres y guiados a través de las acciones y de los pensamientos que conducen a un mundo mejor, pero el papel de los padres es quizá el más importante, pues debe ser el encargado de hacer ver que esa “idealización” de la mujer como abeja reina del hogar es algo a desterrar completamente.