Se avecinan las navidades y comienzan las ofertas y los anuncios para que no podamos pensar ya en otra cosa, hasta año nuevo, que en la de ir organizando los regalos de toda la familia. Esto, además de suponer un verdadero esfuerzo económico, también supone un quebradero de cabeza, que puede ser evitable si aprendemos a prensar y a regalar con el corazón. Por eso, y si de verdad quieres ser rompedor en cuanto a regalos se refiere este año, regala oxitocina.
Y no, no nos hemos vuelto locos, se trata de recuperar el verdadero espíritu navideño regalando salud y pastillas invisibles para el estado de ánimo.
¿Te animas?
¿Qué es la oxitocina?
La oxitocina es una hormona excepcionalmente poderosa para nuestro cuerpo, a menudo llamada “la hormona del amor” y es sobre todo conocida por su liberación durante el parto y la lactancia. Pero los beneficios de la oxitocina se experimentan mucho más a menudo de lo que creemos, y va más allá del nacimiento y la infancia. Esta hormona también se libera como resultado de interacciones positivas, o como resultado del apoyo y del cuidado de nuestras emociones y de su influencia en nosotros. Las mayores dosis que recibimos proceden del contacto piel con piel, como por ejemplo ocurre con los abrazos, los masajes, las caricias y el cariño de las mascotas…etc.
Pero, ¿qué hace la oxitocina una vez liberada en nuestro cuerpo?
- Disminuye la hormona del estrés, el cortisol.
- Disminuye la presión arterial.
- Disminuye la inflamación celular.
- Mejora el funcionamiento del corazón.
- Reduce los antojos de sustancias nocivas, como alcohol o los azúcares refinados.
- Aumenta la libido y el deseo sexual.
- Mejora el funcionamiento del sistema inmune.
- Mejora la capacidad de socializar y conectar.
- Promueve el sueño prolongado y saludable.
Todas estas son razones suficientes para valorar este regalo de la oxitocina como algo preciado y valioso, mucho más que cualquier otra cosa que podamos recibir en las fiestas. Así que, cuando lleguen las navidades, regala oxitocina y darás un regalo valioso de verdad, que no es otro que el de la salud.
Hagamos un gran esfuerzo en esta próxima temporada festiva para dar regalos que proporcionen una conexión significativa con los demás e interacciones positivas con el mundo que nos rodea. Y si necesitas más razones, a continuación te damos unas cuantas más.
Otras formas de obtener y regalar oxitocina
- Intenta ser paciente con aquellas personas que normalmente te estresan. Concéntrate en alguno de sus rasgos positivos y ábrete a conocer mejor a dichas personas.
- Escribe cartas de amor a aquellos que son especiales para ti. Por ejemplo, deja alguna carta misteriosa llena de palabras bonitas de amor hacia tu pareja, la mañana de Navidad, o escríbela para tus hijos.
- Expresa tu gratitud hacia las cosas buenas que te rodean y hacia aquellas personas que siempre están a tu lado.
- Crea tradiciones navideñas en torno a la conexión, como puede ser abrir regalos en familia en Nochebuena, compartiendo ilusiones y risas.
- Planea actividades que apoyen o fomenten las relaciones en familia, como los juegos de mesa o el patinaje sobre hielo.
- Escribe las cosas buenas que te suceden cada día y léelas todas en la noche de Año Nuevo.
- Escucha atentamente y sé curioso con los demás.
- Ofrece tu tiempo como voluntario o dona parte de tus recursos a una buena causa.
- Busca siempre regalos que no aíslen y que permitan el contacto y las relaciones con los demás, como las pelotas, las cartas, las bicicletas…
- Intenta sacar una sonrisa a los tuyos cada día, creando un buen espíritu y ambiente allá donde vayas.
Recuerda que, cuando nos mostramos hacia los demás con los brazos abiertos, regalando nuestro tiempo, amor y dedicación, estamos ayudando a que la oxitocina fluya a través de las células propias y ajenas, lo que nos ayuda a sentirnos más felices y conformes con nosotros mismos.
¿No es, acaso eso, uno de los mayores valores de la Navidad?