El sentido del humor forma parte de nosotros mismos, pero las circunstancias de la vida, muchas veces, influyen en la forma que tenemos de lidiar con él. De esta forma, hablamos de tener buen y mal humor, lo que suele depender tanto de la personalidad de cada uno, como de las circunstancias que le rodeen.

Desde luego es cierto que la vida no es un camino de rosas, pero la forma que tengamos de enfrentarnos a ella nos permitirá ver también las cosas de distinta manera. En este sentido, ser optimistas suele ser la clave para levantarse cada mañana con el denominado “pie derecho” y no con el izquierdo, lo que quiere decir que seguramente nuestro estado de ánimo positivo influya en el desarrollo del resto del día para bien, en mayor o menor medida.

Y es que ser pesimista o levantarse ya de buena mañana sin ganas ni metas e ilusiones por cumplir, puede hacer la jornada muy cuesta arriba, impidiéndonos mirar más allá y perdiéndonos muchos detalles sencillos y cotidianos que pueden alegrar el día de cualquiera, aunque sea por un corto y breve espacio de tiempo, como compartir unas risas con los tuyos durante el desayuno, charlar de cualquier nimiedad con un amigo o compañero de trabajo, o disfrutar de un almuerzo al aire libre antes de volver a la oficina.

Claves para afrontar nuestro día con buen humor

  • Compartir detalles sencillos con aquellos que nos importan también puede ayudar a dibujarnos una sonrisa incluso los temidos lunes. Disfrutar de videos chistosos por la red, o compartir con tus mejores amigos fotos chistosas que dejen de manifiesto cuál es la mejor versión de ti mismo, puede ayudar a reducir el estrés y a liberar endorfinas a través de una placentera y deliciosa carcajada. Simple pero muy efectivo. La cuestión es probar y liberar nuestro cuerpo de esa carga de malestar y desánimo que puede apoderarse de nosotros durante la semana.
  • Y es que es probable que el mal humor tenga su origen en el principio de los tiempos por esa necesidad que tiene la vida de dividirse entre lo bueno y lo malo, entre el ying y el yang; pero solo en nuestra mano está revertir este axioma y dar un punto de vista diferente y extraordinario a nuestra forma de enfrentar la vida cada mañana.
  • Recuerda que las personas tendemos a la larga a quedarnos con lo bueno, dejando desterrado en un cajón nuestros momentos más amargos o desesperanzadores, al igual que buscamos rodearnos de esa chispa y de esa positividad a donde quiera que vamos.
  • Venga de donde venga el mal humor, lo importante es tener claro que no lo queremos como algo prioritario en nuestras vidas.

¡Don’t worry be happy!

origen del mal humor