El afán de la moda y el prototipo de belleza creado por la sociedad hacen de la juventud eterna un sueño inalcanzable que se vuelve para muchos el mismo centro de la vida. Comprar la última crema antienvejecimiento, hacerse la última cirugía en el rostro, pintarse el cabello, taparse el cuello, esconder las manos… son actos cotidianos de aquellos que sufren con cada cumpleaños que pasa.

¡Ah!… y, sobre todo, que a nadie se le ocurra preguntar la edad ya que esto es un acto suficiente para declarar la enemistad. Pero es que la vida es más rica con el pasar el tiempo y cada huella en nuestra piel es una experiencia, un recuerdo, un son bien bailado. ¿O no?

 

Cada cumpleaños es un cúmulo de aprendizaje

Crecer no es solo aumentar la edad, es también madurar, acumular experiencia, es valorar, vivir…, es hacernos más amigos de nosotros mismos porque aprendemos a conocernos mejor. Cada cumpleaños que se celebra no debe verse como un año menos de vida, sino como un año más de sabiduría.

 

Cada cumpleaños es tener relaciones más productivas

Con el paso de la edad aumenta la independencia de nuestras relaciones, nos importa menos el qué dirán, los complejos desaparecen, los hombres se vuelven más interesantes y las mujeres más seguras; definitivamente las relaciones son más productivas. Puede ser que los miedos no se disipen por completo, pues cada etapa de la vida genera nuevos retos, nuevas dudas, nuevos miedos. Pero lo que sí es seguro es que cada año sabremos afrontarlo cada vez mejor con las personas que nos rodean.

 

Cada cumpleaños es un privilegio, un regalo que agradecer

Cumplir un año más es un privilegio negado para muchas personas, y nos damos cuenta de que eso es así ante la enfermedad, la muerte de nuestros allegados o la desgracia de nuestros vecinos y amigos. Por eso es común encontrar que los más agradecidos lo celebren en familia, haciendo un brindis o una cena y/o los más creyentes con alguna ceremonia religiosa. Sea como sea, vivir con plenitud es agradecer por lo que se ha vivido y por lo que nos dejan seguir viviendo, y por eso no deberíamos nunca deprimirnos por cumplir años. ¡Al contrario!

Si pronto se acerca tu cumpleaños, es el momento de que mires un poco hacia atrás y celebres todo aquello por lo que te sientas orgulloso. Si ves que hay pocas cosas por las cuales sentir orgullo, entonces, puede ser que haya llegado el momento de cambiar de vida.

¡Transforma tu vida y pasa siempre un muy feliz cumpleaños!

Y tú, ¿eres de los que se deprimen con la edad?