El llamado Día de Muertos es una fiesta mexicana, celebrada hasta en algunas zonas de Filipinas, que tiene lugar entre el día 1 y 2 de Noviembre. Se trata de una fiesta católica relacionada con la festividad del Día de Todos los Santos, en la cual se celebra el amor y los lazos por los antepasados y por todas esas personas que ya no están físicamente, pero sí en el corazón y en el alma de los presentes. Se cree, precisamente, que esta fiesta pueda ser un derivado de la fiesta católica que se celebra en España con motivo de los santos difuntos, y de ahí que se celebre también en otros países con presencia española en el pasado como Filipinas.

En esta festividad no priman el miedo ni los sustos, todo lo contrario, pues se toma la noche del día 1 de Noviembre como una maravillosa ocasión para volver a encontrarse con los seres queridos ausentes y para celebrar con ellos el poder infinito del amor, del recuerdo y del cariño. Los participantes en la celebración pueden también disfrazarse, como ocurre en Halloween, pero estos disfraces están más relacionados con el folclore y los trajes regionales que con los disfraces en sí. En este sentido, lo más habitual es ver a hombres y mujeres ataviados con trajes regionales mexicanos y maquillados como calaveras. En el caso de la mujer, que reciben el nombre de catrinas, la estética se ha popularizado mucho en los últimos años gracias a figuras tan laureadas como Frida Kahlo o a películas recientes como Coco.

 

Características principales del Día de Muertos

El Día de Muertos es una fiesta, pero también un acto cargado de respeto y de amor. Al mismo tiempo reina la alegría, las ganas de bailar al son de la música, la pasión por determinados alimentos y costumbres…Esta forma de ver la muerte simboliza la fortaleza y la importancia de enfrentarse al futuro con entusiasmo y no con miedo, como en una especia de burla a la parca.

En cuanto a las decoraciones suelen primar las calaveras, la presencia de múltiples y llamativos colores, los altares de homenaje, las velas, los dulces, las fotos…Es, en definitiva, una celebración muy vistosa (al igual que ocurre con Halloween) en la que priman los grandes desfiles, las flores, la comida y los maquillajes aterradores, en una especie de comunión entre vivos y muertos en la que, por un día, todos juntos y felices pueden volver a disfrutar de la vida como lo hicieran antaño.

Al llegar la noche, los miembros de las familias y los amigos visitan las tumbas de sus seres queridos y las decoran con mimo y belleza en una tradición en la que conviven tiempo y recuerdo. También se hacen ofrendas a los difuntos, que pueden ir desde el  jabón para que puedan asearse después de su largo viaje desde el más allá, a alimentos u objetos importantes o simbólicos para los difuntos en vida. Estas ofrendas suelen ponerse en los altares que se organizan en las casas, y suelen estar acompañadas de numerosas flores, fotos y recuerdos personales de los seres queridos.