Cada año que pasa es una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y hacer nuevos propósitos, pero, ¿realmente se trata de que tengamos una vida nueva? Lo cierto es que la vida del año entrante será indiscutiblemente fruto de los resultados de nuestros actos del año anterior, y de todo aquello que hemos preparado o por lo que hemos trabajado en el año que se culmina. Si has cuidado tu salud, o has cumplido algún sueño durante este año 2016, disfrutarás de los frutos recogidos y sembrados ya en este 2017.

Lo que sí es seguro es que tenemos algo que celebrar, nos haya ido el 2016 como nos haya ido, y es el hecho de que ha terminado un año y hemos dado la batalla para salir de él, aunque no sea con los resultados esperados.

 

¿Qué cosas podemos dejar atrás y qué otras traer en este nuevo año?

Realiza concienzudamente una carta de propósitos para este nuevo año, como hacen los más pequeños siempre en Navidad con aquello que tanto desean. Esto, aunque parezca una tontería, seguramente te ayudará a limitar y establecer tus metas para este 2017 y a alcanzar, o al menos procurarlo, el tan deseado… ¡año nuevo con vida nueva!

  • Deja atrás la perfección y haz el esfuerzo de aceptarte para el próximo año tal cual eres. Este acto tan simple te ahorrará muchas inquietudes, inseguridades y pesimismos. Busca ser mejor persona cada día; alegrar a los demás; repartir sonrisas allá donde vayas; conformarte con cosas simples y altamente realizables…Son gestos sencillos que te servirán para encarar el año nuevo con la mejor de las actitudes posibles.
  • Ríete de las equivocaciones que hayas tenido en el año que termina y, cada vez que te acuerdes de ellas, no sientas pena, sino unas ganas muy fuertes de reírte de ti mismo. Después de todo, son tus huellas, es tu historia, es tu sello y… ello te dará la oportunidad de escribir 365 historias nuevas en el año entrante.
  • Atrás quedará el dolor y la tristeza de la muerte irremediable de esos seres que tanto has amado, si es que has tenido que pasar por este tipo de desgracia durante el año. Procura quedarte con los recuerdos más felices que viviste con esa o esas personas y dedícales el último pensamiento del año con amor y con alegría.
  • No guardes más rencor por los fracasos que tuviste en este año 2016 y ten el firme propósito de retomar aquellas ideas o propósitos que has dejado tirados por el camino. Recuerda que el dolor de un fracaso es mayor cuando te das cuenta de que has perdido el tiempo haciendo cosas que no te gustaban y que, además, no te han proporcionado absolutamente ningún beneficio.
  • Deja atrás las pequeñas preocupaciones, como un kilo de más, menos ropa en el armario o la pérdida material de algún bien, y comienza el año con el propósito de preocuparte por cosas más grandes e importantes para tu salud, como el alejarnos de la gente tóxica, no dejar que los comentarios nos afecten o no apartarnos de nuestros sueños.
  • Olvídate de controlar. Piensa que se pierde mucho tiempo intentando controlarlo todo y lo único que se consigue es acarrear un montón de cansancio y estrés. Acepta los días con el regalo o sorpresa que tengan, con sus angustias y tristezas.

En definitiva, a la hora de recapitular y enfrentar este año nuevo, piensa en todas aquellas cosas que has conseguido o que te hayan hecho feliz y hazte el propósito de encontrar esa felicidad… ¡los próximos 365 días del año!

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2017 de parte de Imágenes Bonitas.

 

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