Algunos piensan que el amor verdadero solo llega a algunas personas y es algo que ocurre por casualidad. Otros piensan que el amor verdadero está siempre allí para nosotros pero tomamos la elección consciente de no tomarlo y seguir con la vida. Pero la verdad, aunque no absoluta, es que el verdadero amor se vive en etapas; puede que al principio sea totalmente inconsciente pero al final somos nosotros los que decidimos seguir amando a pesar de las imperfecciones de nuestra pareja. Fíjate en lo que ocurre cuando estamos en frente del amor verdadero.

 

El amor inconsciente en una primera etapa

El enamoramiento o el amor a primera vista es una etapa inconsciente de las personas, en las que se despierta un sentimiento asociado con algún placer, alegría…, muchas veces una euforia exagerada e incontrolable. Es un sentimiento espontáneo lleno de mucha pasión y por lo general llega en la juventud. Pensar en una pareja perfecta es típico en esta primera etapa cuando no se analizan las imperfecciones normales de los seres humanos.

Luego, cuando poco a poco comenzamos a tomar conciencia de la personalidad y hábitos de nuestra pareja, empezamos a comparar las cualidades y los defectos, para después elegir si seguir con esa persona o dar por terminada la relación. Puede que en un primer momento nos arriesguemos a seguir buscando a la persona perfecta hasta encontrarla, incluso aun estando consciente de que la pareja actual tiene más virtudes que defectos, pero… ¡Cuidado de no abusar! Podrías desilusionarte de la ausencia de la perfección y atraer la soledad a tu vida.

En caso de que hayas sopesado las virtudes y defectos, y definitivamente creas que tu pareja actual es la persona ideal para ti, entonces, llega un momento de conciencia donde el amor verdadero dependerá mucho de ti.

 

El amor consciente en una segunda etapa

Cuando esa etapa de enamoramiento y euforia que existe en una relación ha terminado, se requiere un compromiso por parte de la pareja para afrontar juntos los problemas, los miedos y cualquier situación que se presente. Es una etapa más racional, en la que existirán otros parámetros de elección.

Por ejemplo, es posible que aquella pareja elegida nos guste porque nos complementa, es decir, en muchos casos son bastante distintas a nosotros. Si se sufre de timidez puede que la pareja que nos atraiga sea extrovertida y que de alguna manera nos haga sentir seguros delante de nuestras propias imperfecciones.

En otros casos la pareja elegida forma parte de un ideal, por ejemplo, una joven que ha crecido con la ausencia de su padre puede querer una pareja que tenga un comportamiento deseable con los niños, cariñoso y amoroso y esa es una elección igualmente consciente.

Recordar por qué elegimos a una persona de manera consciente es una terapia adecuada en momentos de crisis que comúnmente sufren las parejas por causas como la falta de dinero, los problemas de salud, el desempleo, etc.

El amor verdadero existe y está disponible para todos, tú eliges cuándo, cómo y con quién.