No siempre la soledad es sinónimo de depresión. ¿Por qué? Pues porque apreciar la soledad o los momentos en los que disfrutamos tan solo de nuestra propia compañía, no es lo mismo que el hecho de sentirse solo. La psicología humana puede ser terriblemente compleja, pero es importante no confundirnos a la hora de distinguir términos o de diferenciar estados de ánimo.

Disfrutar de la soledad puede traernos multitud de beneficios que, a priori, desconocemos, y que además pueden repercutir en nuestra capacidad para encontrar pareja o en nuestras herramientas para mantenerla una vez la tengamos.

  1. Libertad: uno de los valores esenciales y más positivos de la soledad es la libertad que nos regala. Libertad para disfrutar de nuestro propio tiempo, de las cosas que más nos gustan, de nuestros hobbies y pasatiempos favoritos…Un aspecto muy importante, y del que desde luego, no deberíamos dejar de disfrutar aunque compartamos nuestra vida con otra persona.
  2. Valentía: muchas personas tienen miedo a estar solas. Es cierto que nuestra sociedad nos empuja a estar en contacto permanente con otras personas, por motivos laborales, personales, emocionales…pero el relacionarnos con los demás no nos debe alejar de la realidad, que no es otra que la importancia de conocernos a nosotros mismos y valorarnos como lo que somos, seres individuales e independientes.
  3. Tabús: existen muchos tabús y convencionalismos poco positivos acerca de la soledad. Ideas que negativizan la realidad de los seres humanos, cuya existencia, dinámicas y trayectorias personales, no tienen por qué estar ligadas de manera constante a terceras personas. Por eso es muy importante valorarnos y conocernos a nosotros mismos, para que las ideas y prejuicios de los demás no nos enturbien el ánimo. Obsesionarse con estar de forma continua rodeados de amigos, o con la idea de no poder vivir sin estar en pareja, solo nos traerá consecuencias negativas y trabas para avanzar en nuestro propio camino convirtiéndonos en personas con un alto grado de inseguridad.
  4. Madurez: si somos conscientes de que estar solos también puede traernos beneficios, como los que acabamos de ver, habremos ganado mucho para seguir avanzando. Nos habremos dotado de una armadura tan fuerte y resistente, que pocos podrán herirnos. El conocimiento de nuestro interior, de nuestras ideas y pensamientos, de nuestras ilusiones y anhelos, será tan fuerte, que nos habrá convertido en personas altamente empáticas y sensatas, con un gran sentido del respeto hacia los demás y de amor por la vida.

Aspectos como estos son los que nos permitirán ser felices y ser fuertes ante las adversidades de la vida. Valores y cualidades ultra positivas que seguro serán un imán para el resto de personas. Aquel que tenga la suerte de conocer a otra que valore y sepa disfrutar también de la soledad, al igual que de la maravillosa compañía de los otros, habrá dado con alguien serio, responsable y muy especial que no debería dejar escapar.

soledad y pareja