El budismo es una religión y doctrina filosófica que data nada menos que del siglo V a.C, cuando su fundador, Siddartha Gautama, desarrolló una serie de enseñanzas que irían dando paso al budismo como doctrina. Una doctrina religiosa oriental que ya es famosa en todo el mundo.  Pero, ¿cuál es su secreto para haberse mantenido en el tiempo sin altibajos como los que se pueden observar en otras religiones? Pues uno de los motivos fundamentales es que dichas enseñanzas se basan en la espiritualidad y en los valores humanistas. Es decir, valores positivos para la sociedad y para el desarrollo personal. Esto hace que el budismo, hoy en día, sea incluso estudiado en universidades tan prestigiosas como Oxford, y que sean miles de personas las que se hayan acercado o interesado en mayor medida por estas enseñanzas.

Las enseñanzas y frases de Buda nos ayudan a querernos, a valorarnos y a respetarnos a nosotros mismos. Nos hacen ver que si no alcanzamos la plenitud con nuestro propio cuerpo y espíritu, serán muy difíciles nuestras relaciones con los demás. Porque no nos engañemos: la vida es una sucesión de actos y consecuencias en las cuales muchos estamos implicados a un mismo tiempo, casi sin darnos cuenta. La sabiduría de Buda nos conduce hacia la paz social y personal, a la necesidad de vivir el presente y agarrarnos a él con fuerza, para evitar sufrimientos, ilusiones vanas y desilusiones innecesarias. Al mismo tiempo nos avisa: la vida no es un camino de rosas y el sufrimiento está y seguirá estando ahí, pero eso sí, de nuestra actitud ante la vida dependerá que esa dureza de la vida se minimice, o por el contrario, aumente hasta el punto de convertirnos en personas constantemente insatisfechas y desgraciadas.

Somos aquello que pensamos; somos el fruto de nuestras decisiones y marionetas, a veces, de las decisiones de otros. Debemos encontrar el equilibrio para disfrutar de este viaje que es la vida, con el máximo de cosas positivas posibles: dejando a un lado las envidias, la ansiedad que produce el consumo ilógico, los rencores o los miedos.

Las doctrinas de Buda han llegado a nuestros días, y parece que tienen pensado quedarse durante mucho tiempo más. Así lo esperamos, porque las cosas buenas deben llegar y estar para quedarse y servir de utilidad a cuantos las necesiten. Siempre podremos agarrarnos a ellas para no decaer, o para procurar tener nuestras ideas más claras. Cuando algo sacude el mundo de forma tan positiva, solo puede ser para bien.

¿Te apuntas a la filosofía del bienestar? Nosotros ponemos de nuestra parte algunas de sus mejores frases para que disfrutes y te pongas las pilas. ¡Engánchate al mundo Zen!

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