Casi siempre que llega el momento de hablar de una fiesta importante, nos vemos obligados a hablar del sincretismo, y de cómo en realidad es imposible hablar de unos orígenes concretos en torno a las festividades, puesto que el paso del tiempo y la influencia de diversas tradiciones culturales son las que se encargan de dar forma a las fiestas tal cual las conocemos hoy.

Pues eso es lo mismo que ocurre cuando se avecina el día de Reyes y nos preguntamos de dónde surgió la dulce tradición de comprar y comer el que se denomina, a día de hoy, Roscón de Reyes.

 

El incierto origen del roscón de Reyes

A diferencia de lo que se pueda pensar, el origen del Roscón de Reyes no parece estar en ese viaje que sus Majestades los Reyes de Oriente hicieron hacia el portal de Belén para conocer y saludar al hijo de Dios, nacido según la tradición cristiana el día 25 de Diciembre dando inicio a la Navidad. Lejos de eso, parece ser que este dulce tan tradicional podría proceder de la época romana, y de forma más concreta de las fiestas que los romanos denominaban Saturnales, en las cuales se celebraba el fin de las cosechas y el inicio de los días cada vez más largos, tras una época de fría “oscuridad”.

Durante las Saturnales, que solían durar alrededor de una semana, los campesinos y los esclavos también podían descansar de sus tareas, puesto que el regocijo y la necesidad de festejar y repartir alegría y regalos durante estos días parece que se extendía a toda la comunidad romana. Además de regalos, en esta fiesta se tendía a realizar un dulce en forma de rosca al que se le añadía miel y frutos secos, del cual podría proceder el actual Roscón de Reyes, al margen de sus variantes.

 

El papel de los Borbones en el Roscón de Reyes

El dulce del Roscón de Reyes, con todas sus variantes, parece ser que se trató de un dulce popular en toda la zona del Mediterráneo, llegando también a verse, por ejemplo, en Portugal, aunque con diferencias en los ingredientes y otro nombre: “Bolo de Rei”. Ese nombre que el dulce recibe en Portugal refleja muy bien la estética del roscón actual, similar a una corona real, y sobre todo, con el adorno que le proporcionan las frutas escarchadas de diversos colores, que podrían hacer referencia a las joyas de las coronas de la monarquía.

Se dice que el rey Luis XV de Francia (1715-1774) se convirtió en un gran aficionado de este dulce del Roscón de Reyes, encargándose de extender su fama por distintas ciudades europeas. De esta forma asumiría la Casa de Borbón la afición por este dulce, pasando a formar parte importante de la gastronomía española y latinoamericana con el paso del tiempo.

La mezcla de las diferentes culturas por las que pasó el Roscón de Reyes terminarían haciendo que se convirtiese en un dulce popular navideño y con nombre en honor de los Reyes Magos de Oriente, pues es precisamente en la víspera de la visita de éstos, cuando se tiende a disfrutar de este dulce manjar acompañado de un buen chocolate caliente. Es, sin duda, el broche de oro perfecto a las fiestas navideñas año tras año.

¿Tenéis preparado el vuestro?

 

origen del roscón de reyes