De repente lo ves y no comprendes que es lo que te sedujo, hace tantos años que hasta mentira te resulta. Ahora parece que hasta repulsión sientes por sus palabras, sus gestos y cada cosa que hace. Lo extraño de todo es que sus palabras y sus gestos eran hasta ayer las más tiernas, las más románticas, las más amorosas… ¿Qué es lo que ha sucedido entonces? El encanto ha terminado, el hechizo ya no tiene efecto, el amor ha desaparecido.

Y… ¿qué es toda esta historia? La realidad que viven muchas parejas que pasan del amor al odio en un solo paso. Pero… ¿realmente ocurrió en un solo paso?

 

El amor y el odio, sentimientos tan lejos y a la vez tan cerca

El amor es un sentimiento noble, no guarda envidia ni celos, no admite posesión porque se desvirtúa, se crea en la libertad y no se manipula, y aunque las palabras amor y desamor se asocian principalmente con la pareja, se puede sentir amor por cualquier persona, familia o amigos, de cualquier sexo; ya que el amor es simplemente desearle todo lo bueno del mundo al otro.

Realmente el amor es un sentimiento tan puro, que pocas veces se vive de verdad, quizás el amor más puro puede ser el de una madre por sus hijos o el de un hijo por sus padres. Existen parejas que realmente sienten amor, pero este puede comenzar a desvanecerse en medio de sentimientos como la rabia, la tristeza, la indiferencia o los celos. Por respeto a ese mismo amor que se tiene, o por lo menos de los recuerdos, puede que se decida callar el desamor que cada vez toca más a la puerta. Cada gota de indiferencia o de tristeza es un paso de camino al odio, y el camino puede ser largo aunque creamos que el último paso fue también el primero. ¡Del amor al odio no hay un solo paso!

Algunos dicen por allí que solo se puede odiar a quien se ha amado, aunque los sentimientos del amor y el odio son independientes; lo que si es cierto es que se puede medir la intensidad del odio cuando se ha estado inmerso en un amor desenfrenado. Dime tú si acaso no dan ganas de odiar con intensidad a quien se ha intentado amar sin recibir ni una pizca de amor a cambio. Pero… ¿para qué odiar a ese tipo de personas? Es más, casi es recomendable no hacerlo, pues según dicen,  del odio al amor también puede haber un solo paso…